Tyson siempre ha estado en el centro de la polémica. Y a partir de ahora, aún lo estará más, a raíz de la publicación de su autobiografía 'Undisputed Truth' -'Verdad indiscutible', en el que descubre su triquiñuela para eludir los controles antidoping después de los combates que disputaba: utilizar un pene falso lleno de orina de otra persona a la hora de depositar la muestra.
El púgil de Brooklyn reconoció que subía al ring drogado en más de una ocasión y que, al acabar la pelea de turno, sus asistentes le entregaban el miembro postizo para que ejerciera la micción con la orina 'limpia'. Hubo una ocasión en la que Tyson no pudo utilizarlo ya que sus ayudantes no pudieron entregárselo. Fue en la pelea contra Andrew Golotta en el año 2000. Dio positivo por marihuana y le cayó una multa de 200.000 dólares.
Y es que la vida de Mike Tyson estuvo marcada por su adicción a las drogas. Así, en su autobiografía también confiesa que la primera vez que probó la cocaína fue a los once años y que le acostumbraron al alcohol prácticamente desde la cuna. El púgil también relata sus controvertidos episodios con Evander Holyfield, a quien le arrancó parte de la oreja de un mordisco durante un combate, aunque el de Brooklyn alega que su rival le provocó dándole cabezazos de forma reiterada.
Sus relaciones amorosas incluso en la prisión -habla de un 'flirt' con su consejera de adicciones mientras estaba entre rejas- y su comportamiento dentro y fuera del ring llenan las páginas de una autobiografía que va a dar de qué hablar.
Fuente: sport.es
El púgil de Brooklyn reconoció que subía al ring drogado en más de una ocasión y que, al acabar la pelea de turno, sus asistentes le entregaban el miembro postizo para que ejerciera la micción con la orina 'limpia'. Hubo una ocasión en la que Tyson no pudo utilizarlo ya que sus ayudantes no pudieron entregárselo. Fue en la pelea contra Andrew Golotta en el año 2000. Dio positivo por marihuana y le cayó una multa de 200.000 dólares.
Y es que la vida de Mike Tyson estuvo marcada por su adicción a las drogas. Así, en su autobiografía también confiesa que la primera vez que probó la cocaína fue a los once años y que le acostumbraron al alcohol prácticamente desde la cuna. El púgil también relata sus controvertidos episodios con Evander Holyfield, a quien le arrancó parte de la oreja de un mordisco durante un combate, aunque el de Brooklyn alega que su rival le provocó dándole cabezazos de forma reiterada.
Sus relaciones amorosas incluso en la prisión -habla de un 'flirt' con su consejera de adicciones mientras estaba entre rejas- y su comportamiento dentro y fuera del ring llenan las páginas de una autobiografía que va a dar de qué hablar.
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